Mas allá de un manido eslogan publicitario la “vuelta al cole” es todo un ejercicio de disciplina y control personal para volver a la rutina y re-tomar todos aquellos asuntos que dejamos, con gran alegria estival, para después del verano. Re-organizar nuestras vidas supone un gran esfuerzo que a menudo nos pasa factura y más que una vuelta puede convertirse en una re-vuelta que
re-voluciona todo nuestro entorno.
Cambiar las chanclas por zapatos es mucho más que un mero asunto de calzado. La rigidez de la horma se extiende a todo aquello que nos sugería libertad y relajación veraniega. Las ausencia de horarios y limitaciones nos produce la dulce sensación, durante este (breve) periodo del año, de vivir en un mundo soleado que parece no tener fin. Pero los nubarrones del otoño llegan y parecen trascender de lo puramentte meterológico. La re-vuelta al cole viene con anunciados re-cortes en multitud de ámbitos, que pueden afectar nuestra vida cotidiana. Sin embargo, re-volver al cole también tiene su encanto: el re-encuentro con los amigos y la re-agrupación de compañeros que re-aparecen de nuevo en nuestras vidas re-afirmando nuestra re-lación.
Ahora que hemos re-cargado nuestras pilas, re-construyamos nuevamente el ambiente escolar con entusiamo y energias re-novadas, dejemos re-fluir aquellas buenas sensaciones que nos llevamos del curso anterior aprendiendo de nuestros errores y no re-cordando todo aquello que nos produjo sufrimiento y malestar. La re-compensa será re-novar una vez más nuestro compromiso con el deber y el placer que supone implicarnos de lleno y sin re-servas en la educación de nuestros hijos.
re-voluciona todo nuestro entorno.
Cambiar las chanclas por zapatos es mucho más que un mero asunto de calzado. La rigidez de la horma se extiende a todo aquello que nos sugería libertad y relajación veraniega. Las ausencia de horarios y limitaciones nos produce la dulce sensación, durante este (breve) periodo del año, de vivir en un mundo soleado que parece no tener fin. Pero los nubarrones del otoño llegan y parecen trascender de lo puramentte meterológico. La re-vuelta al cole viene con anunciados re-cortes en multitud de ámbitos, que pueden afectar nuestra vida cotidiana. Sin embargo, re-volver al cole también tiene su encanto: el re-encuentro con los amigos y la re-agrupación de compañeros que re-aparecen de nuevo en nuestras vidas re-afirmando nuestra re-lación.
Ahora que hemos re-cargado nuestras pilas, re-construyamos nuevamente el ambiente escolar con entusiamo y energias re-novadas, dejemos re-fluir aquellas buenas sensaciones que nos llevamos del curso anterior aprendiendo de nuestros errores y no re-cordando todo aquello que nos produjo sufrimiento y malestar. La re-compensa será re-novar una vez más nuestro compromiso con el deber y el placer que supone implicarnos de lleno y sin re-servas en la educación de nuestros hijos.
¿Re-sistiremos?
PD: el blog Parada Cero ya ha cumplido un año. ¡Muchas Felicidades y que cumplas muchos más!